Bon dia a tots i totes. Benvingudes i benvinguts. És per a mi un gran honor donar-vos la benvinguda a aquest tradicional i entranyable acte acadèmic amb el qual obrim un nou curs, el curs dos mil vint-i-dos, dos mil vint-i-tres. Un acte de màxima rellevància acadèmica que formalitza l'inici de l'activitat acadèmica del nou curs. Permeteu-me que canviï a l'anglès per un moment, probablement per primera vegada en una cerimònia d'obertura com aquesta.
We have a very strong international projection, every year we receive thousands of students and hundreds of visiting scholars from other countries, not to mention the impressive research and innovation activity developed in international projects. Thus, English is our “lingua franca”, and whether we like or not, its use should be part of our daily life in our campuses. So, I express my welcome to our international students and faculty, also in this language. Some of them are already here, and some others will arrive in the following months. So welcome, UPV will be hosting you for the coming months, and Valencia will be your home. You will meet new people, and new friendships will be forged, that probably will endure for years to come.
Amb l'inici de cada curs fem un repàs d'aspectes essencials del curs anterior, amb la lectura de la Memòria, però també estenem la nostra mirada el més endavant possible, per a anticipar-nos i abordar adequadament els reptes i desafiaments del nou curs. Fa un any em referia, amb prudència, al fet que iniciàvem el curs d'eixida de la pandèmia. Així ha sigut, si ens atenim als fets, encara que hem de continuar mantenint la prudència i vigilància. Aquest nou curs es desenvolupa en un context en què l'escenari que era previsible, de ràpida recuperació econòmica, està clarament compromès, i en el qual el marc legal del desenvolupament de la nostra activitat està canviant ràpidament. Abordarem els nous reptes i dificultats buscant oportunitats per a servir millor a la societat. Aprofitarem aqueixos canvis del marc legal per a millorar la nostra institució. I progressarem interioritzant i aprofitant els canvis socials i tecnològics que es desenvolupen amb gran velocitat.
Hoy celebramos la apertura con el nombramiento de un nuevo Doctor Honoris Causa, que ingresa como nuevo miembro en nuestro Claustro de doctores, y que nos ha impartido la imprescindible lección magistral de inicio del curso. Mi agradecimiento y felicitación al profesor Jordi Garcés por su excelente lección magistral “El sincretismo entre humanismo y tecnología. En defensa de un Paradigma Sociotécnico”. Iniciaba el Dr Garcés su lección refiriéndose a una cita de Asimov. Este genial escritor y divulgador científico era un humanista convencido de la necesidad de poner la tecnología al servicio de la humanidad, y no a la inversa. […] En realidad, la técnica es una expresión más de lo humano, y no deberíamos nunca separar o aislar las ciencias sociales y el humanismo, de la ciencia y de la técnica. Esa me parece una propuesta central de la lección que hoy hemos escuchado.
Mi sincera felicitación a los padrinos de nuestro nuevo Doctor Honoris Causa por la excelente Laudatio expuesta.
Y continúo dando la enhorabuena a las profesoras y profesores que hoy han recibido la distinción de haber alcanzado el reconocimiento de ese quinto sexenio de investigación. Aunque es de sobra sabido en el mundo académico, es posible que no todas las personas que nos acompañan hoy conozcan lo que supone este reconocimiento. Cada uno de los compañeros y compañeras que hoy han recogido esta distinción han demostrado el desarrollo de una actividad investigadora, y de transferencia tecnológica en muchos casos, de calidad, a través de la evaluación positiva de cinco periodos de seis años, lo cual reviste un enorme mérito. No suele conocerse fuera del ámbito universitario, que hay pocas profesiones en las que se pase por tantas evaluaciones periódicas del desempeño y productividad; evaluaciones que tienen consecuencias muy importantes en la promoción profesional y en el reconocimiento de nuestra actividad.
Querida ministra, muchas gracias por tu presencia en este acto de apertura que valoramos enormemente, y mi felicitación por tu excelente discurso. Esta Universidad es tu Alma mater, como solemos decir los universitarios, y es tu casa. Que una brillante estudiante que cursó en esta Universidad Ingeniería de Telecomunicaciones sea la máxima responsable en el ámbito de la Ciencia y la Innovación de nuestro país, tiene una enorme relevancia para la UPV y, hay que decirlo, también para todos los valencianos, ¡desde luego!
Lideras un ámbito político de inmensa importancia para nuestro futuro, […] lo sabemos bien quienes atendemos hoy a este acto. Y como he hecho en anteriores ocasiones, quiero de nuevo felicitarte, y darte las gracias, por lo que estás aportando a nuestro Sistema de Ciencia e Innovación con la importante modificación de la Ley de la Ciencia, y la agilidad en su gestión. Ha sido un éxito, […] que nos permite tener hoy una nueva Ley de la Ciencia que supone un avance muy importante, […] que va a ser decisiva para impulsar la mejora de la I+D+i en España, su financiación y excelencia, la contratación de personas en el ámbito de la investigación, y la carrera investigadora en general. Y también para empezar a simplificar procedimientos burocráticos que llevan años agotando y colapsando al sistema de ciencia y tecnología español.
Los resultados de una reforma de este calado no serán inmediatos, salvo en lo que se refiere a la contratación. Hay que mirar al medio y largo plazo, para ver las grandes mejoras, y su proyección en el bienestar social y en la economía. Ahora necesitaremos una gran voluntad política para mejorar la financiación y para resolver algunas cuestiones, no menores, que ya han ido surgiendo.
Pero también hay sombras que nos preocupan y que dependen de los Ministerios de Universidades y de Trabajo. Un cambio del calado de la LOSU debería marcar un rumbo claro a una mejor universidad; no puede decirse que vaya a ser así; cuesta mucho ver qué aporta el actual AP LOSU a la calidad y gobernanza de las universidades públicas. Y, respecto a la afirmación de que contribuirá a la garantía de una financiación mínima del 1% del PIB, simplemente indicar que con su actual redacción nadie queda comprometido a aumentar dicha financiación.
Otra grave preocupación que tenemos las universidades españolas se refiere a cual será finalmente la propuesta de redacción de la normativa de prácticas de nuestro estudiantado (algo dependiente del Ministerio de Trabajo). Se está planteando un escenario, a mi juicio, muy perjudicial para la mayoría de las universidades, que afecta tanto a las prácticas curriculares como a las extracurriculares. Unas y otras son necesarias, y aportan un claro beneficio al estudiantado en su formación, y en su inserción laboral. Ahora se plantea la desaparición de las prácticas extracurriculares (gravísimo error), y un cumulo de complicaciones muy cuestionables para las curriculares.
La UPV ha apostado siempre por estas prácticas. Como indicador del impacto de esta amenaza, puedo decir que prácticamente un 80% del alumnado accede a prácticas, siempre remuneradas, salvo en muy pocos y excepcionales casos. En el curso 2021-22 se realizaron 8431 prácticas, el 66% de estas extracurriculares.
Querida consellera, muchas gracias por tu presencia en este acto, al igual que a todo tu equipo que ha podido acompañarnos. Y felicidades por tu discurso. Sabemos bien, y vemos, que el gobierno valenciano mantiene un fuerte compromiso con su sistema universitario, y hay mucho que agradecer por el esfuerzo hecho en estos años. El pago de la deuda histórica ha sido vital para paliar las consecuencias, todavía vigentes, que la anterior crisis económica tuvo en la financiación universitaria. Ese pago ha sido un verdadero “salvavidas” para nuestro funcionamiento. Unos fondos que estamos agotando para acometer pequeñas inversiones urgentes y vitales, que nos permitan servir mejor a la sociedad valenciana. La insuficiencia de la financiación ordinaria, y la falta de inversiones son un problema crónico que se refleja en nuestras infraestructuras y equipamientos, en la estructura y calidad de las plantillas de personal y, en general, en serias limitaciones para poder trabajar como espera la sociedad. El presupuesto en educación, en investigación y en innovación no es un gasto, es una inversión; y lo que tiene un coste enorme es no apostar adecuadamente por esta inversión.
Necesitamos consolidar un nivel de financiación comparable o superior al que resultaba de añadir la deuda histórica, y una senda para alcanzar los niveles de países de nuestro entorno. Pero para que la financiación sea verdaderamente efectiva necesitamos con urgencia un Plan Plurianual de Financiación. Un Plan que dote de recursos suficientes al sistema, sentando un sistema moderno, alineado con los de sistemas universitarios de referencia, que atienda a los objetivos y resultados, y al impacto de la universidad en el territorio, con la necesaria equidad.
Quiero recordar que los valencianos tenemos un magnífico sistema universitario, y que puede ser incluso mejor. Nuestras cinco universidades públicas se han posicionado entre las mil primeras del mundo según el ranking de Shanghai (es decir, las cinco están en el top 5% del mundo). La Universitat Politècnica y la Universitat de València estamos entre las 500, dentro de un reducido grupo de universidades españolas que se posicionan en esta franja. Desde aquí mi felicitación a nuestra universidad hermana en la ciudad de Valencia. También decir, que la UPV es la primera universidad tecnológica española que aparece en este ranking.
En la reunión de trabajo, del pasado martes, que mantuvimos las rectoras y rectores de las universidades públicas con la Consellera de Innovación, Universidades, Ciencia y Sociedad Digital, y el Conseller de Hacienda, trasladamos además otro problema acuciante, que es encontrar ya una salida a la firma del Convenio Colectivo del personal laboral de las universidades valencianas. Desde la seguridad de que se está trabajando intensamente para solucionarlo no puedo dejar de recordar su urgencia.
La UPV estará siempre dispuesta a colaborar con la GVA en todo lo que haga falta para solucionar estos y otros problemas.
Nuestra Universidad siempre ha sido una institución singular, tanto por su especialización como por concentrar tres áreas que se retroalimentan en ese paradigma de interdisciplinariedad entre ciencias sociales y ciencias técnicas, que tan maravillosamente ha expuesto el Profesor Garcés en su lección magistral: la gestión de empresas; el arte y el diseño; las ciencias; y la arquitectura e ingeniería. Nuestra singularidad siempre se ha demostrado con ese estar “mirando hacia el futuro” de forma constructiva. A modo de ejemplo les pido a los presentes que hagan el ejercicio de retrotraerse en el tiempo, y se sitúen en el año 1992 [con una recién estrenada LRU, recién entrados en la Unión Europea, se actuaba para impulsar la I+D en las universidades, pero muy poco para la innovación y nada para el emprendimiento …]. Fue entonces cuando nuestra universidad, ante la mirada atónita de muchos (quizás la mayoría), creó el programa de emprendimiento para la creación de empresas IDEAS, del que este año celebramos su trigésimo aniversario, y del que han salido más de 1000 empresas, con un índice de supervivencia triplica el habitual del mundo de las Start-Ups. El impacto en el ecosistema emprendedor valenciano ha sido muy importante; y geográficamente llega muy lejos, .. siendo el máximo exponente la única empresa de orígenes valencianos (Flywire) que hoy cotiza en el NASDAQ, conocida como el tercer unicornio español, que fue fundada por un emprendedor formado en nuestro ecosistema (Iker Marcaide). Hoy sigue teniendo todo el desarrollo tecnológico en Valencia.
De la excelente memoria expuesta por nuestro secretario general, me gustaría destacar los magníficos resultados en investigación e innovación: con un récord histórico de captación de recursos, una fuerte intensificación de nuestra relación con el tejido productivo, nuestra implicación interna y externa con los objetivos 2030, y los más que sobresalientes resultados que nuestra universidad obtuvo en el programa marco de investigación de la Unión Europea “Horizonte 2020”.
Pero si hay algo que debe ser prioritario en una Universidad … es proporcionar la mejor oferta y formación posible a nuestro estudiantado; y aquí también estamos permanentemente mirando al futuro. Ofrecemos a nuestro estudiantado un amplio abanico de actividades y oportunidades que complementan y enriquecen enormemente su formación. Vamos más allá de la necesaria formación en las aulas y laboratorios, … cuidando la introducción de las metodologías más avanzadas, y así nuestro estudiantado accede a un amplio abanico de oportunidades de movilidad internacional, actividades de voluntariado y de cooperación, deportes, programas de generación espontánea, formación complementaria presencial y online, actividades de emprendimiento y prácticas de empresa en cada uno de nuestros campus. Promovemos y proporcionamos permanentemente formación a nuestro profesorado a través del Instituto de Ciencias de la Educación, y con el nuevo Programa Integral de Acompañamiento al Estudiantado trabajamos para poder ayudarle a mejorar su motivación y rendimiento académico. Podemos decir, y esto no es nuevo, que la UPV se vuelca para ofrecer, con los recursos públicos de que disponemos (que también suman recursos del ámbito privado), una docencia de la máxima calidad. Y la altísima satisfacción de nuestros estudiantes - medida mediante encuestas - demuestra que el esfuerzo de la comunidad universitaria va en la dirección adecuada.
Esta calidad de nuestra oferta formativa, junto al esfuerzo de comunicación colectivo, nos ha llevado para el inicio de este curso a un éxito sin precedentes en la preinscripción de nuevos estudiantes para el curso que comienza.
Quiero ahora referirme brevemente al escenario mundial en que estamos y que no podemos ignorar. Esta década de 2020 está requiriendo un esfuerzo importante a todos los niveles. Empezamos con una de las peores pandemias que ha conocido el mundo en su historia reciente.
… Cuando parecía que estábamos de salida, nos encontramos con una crisis múltiple. Por una parte, el conflicto bélico derivado de la invasión rusa de Ucrania que, además de la terrible tragedia humana que lleva aparejada, está acrecentando situaciones complejas como el suministro de alimentos y energía al resto del mundo. También tenemos la alarma ante el cambio climático que cada vez se hace más patente, y que se refleja en el mayor riesgo e incidencia de graves incendios (hemos asistido consternados a los graves incendios de este verano en España y en particular en la Comunitat Valenciana), de sequias y de otros eventos climáticos extremos. A esto se suman las disrupciones en las cadenas de suministro, algunas de ellas motivadas por los confinamientos que todavía se están dando en China, y que están poniendo en riesgo suministros, y el desarrollo de tecnologías clave para los próximos años. Los costes de la energía, la fuerte inflación, la subida de los tipos de interés y la persistente caída de los mercados bursátiles parecen anticipar un escenario de recesión inevitable.
Este verano leía un artículo del Nobel en Economía Paul Krugman que decía “Sophisticated, advanced economies have enormous capacity for adaptation” (Las economías avanzadas y sofisticadas tienen una enorme capacidad de adaptación), y añadía que “But a bout of high inflation is inevitable, and a European recession seems extremely likely” (… un episodio de alta inflación es inevitable y una recesión europea parece extremadamente probable). … Tenemos niveles de inflación no vistos en los últimos 40 años. Este complejo contexto es casi seguro afectará a las finanzas públicas, y desde las universidades debemos reclamar que, cuando llegue el momento de la consolidación fiscal (que parece inevitable, y que ya se anuncia de modo oficioso), no se repitan los errores del pasado. En la crisis financiera de 2008 quedó patente que los países que mejor salieron de la misma son aquellos que mantuvieron, e incluso incrementaron, sus presupuestos en educación, ciencia e innovación. Aprendamos de los errores del pasado y no “tropecemos dos veces con la misma piedra”.
Y con esta reivindicación anticipada concluyo: no cometamos los errores de la anterior crisis; la financiación de la educación y de la I+D+i no es un gasto, sino una inversión en el futuro; lo costoso, y doloroso, para la sociedad no es esa inversión sino ese “supuesto ahorro” que supone no acometerla.
Nos enfrentamos a un escenario complejo, con cambios sociales y tecnológicos acelerados. Voy a recordar algunas palabras del genio de la Física del siglo XX, Albert Einstein, que nos dejó algunas reflexiones sobre lo que es y significa una crisis: “No pretendamos que las cosas cambien, si siempre hacemos lo mismo. Es en la crisis donde nace la inventiva, los descubrimientos y las grandes estrategias. La verdadera crisis, es la crisis de la incompetencia.”
Y cierro mi intervención, con optimismo, porque vamos a trabajar para, en ese complejo escenario que se avecina, encontrar las oportunidades y motivaciones para acelerar los cambios que ya venimos planteando, … avanzar de forma efectiva en la agenda 2030, ser más eficientes, redoblar nuestro esfuerzo en la innovación de nuestra oferta y modelo docente, e incrementar nuestra colaboración con los sectores productivos para ser actores del diseño y construcción del futuro.
Muchas gracias.