Un vegada més, benvinguts i benvingudes a aquest entranyable acte acadèmic amb el que, amb tot els honors que un esdeveniment universitari com aquest mereix, posem fi al curs 2021-2022. En este curs hem anat recuperant, de manera gradual, la convivència social, prova evident de que és el curs d’eixida de la pandèmia, tal i com ja vaig recalcar al setembre de l’any passat. Si be és cert que el virus i les seues variants continuen presents, el camí que hem recorregut ens ha permet arribar a un punt de no retorn en el que, amb les precaucions necessàries, podem gestionar la COVID com una malaltia que no pose en risc el nostre sistema sanitari ni siga un risc de vida o mort per a les persones que la pateixen. Vull donar l’enhorabona a tota la comunitat universitària per la maduresa mostrada en aquesta travessia.
Hui també hem celebrat la investidura de noves doctors i doctores, un acte de gran rellevància acadèmica i tradició a la vida universitària. És per això que vull felicitar als nous doctors, per la culminació d’una etapa en la seua formació com investigadors, amb tot el que això significa. Des d’ara ja teniu la formació necessària per a desenvolupar una investigació de la màxima qualitat, amb el reconeixement d’una institució com la Universitat Politècnica de València, que any tras any, continua situant-se entre les millors universitats del mon, i l’única universitat politècnica del sistema universitari espanyol present en els principals rankings. Vosaltres, nous doctors i doctores, també heu contribuït a l’envidiable posicionament internacional de la nostra institució. Ara teniu la oportunitat de seguir desenvolupant el coneixement en les vostres àrees. Aportar a la societat la tan necessària ciència, serà una de les vostres principals missions, perquè la ciència, i les seues aplicacions, son clau per a seguir avançant cap a una societat més justa. Com deia el nostre Premi Nobel Severo Ochoa “La ciència sempre mereix la pena, perquè els seus descobriments, abans o després, sempre s’apliquen.”
I com no pot esser d’un altra manera, també vull reconèixer des d’ací la important tasca que realitzen els vostres tutors i tutores, perquè és eixa relació tutor-alumne la que dona sentit a la formació doctoral. El matemàtic Jean-François Le Gall, arran d’una entrevista per la concessió del Premi Fundació BBVA “fronteres del coneixement en les ciències bàsiques”, explicava esta tasca fonamental de la següent manera: “Crec que el meu paper com orientador passa per enfocar be als meus estudiants, ensenyar-les a investigar, i animar-les després a buscar per ells mateixos els problemes mes apressants i que estan pendents de ser resolts”. Deia això mentre, a regló seguit reconeixia la seua satisfacció per la concessió de la Medalla Fields, el Nobel de les matemàtiques, a un dels seus discipuls.
I també a tota la resta del sistema, des dels directors i directores dels programes de doctorat, fins a l’Escola de Doctorat que, entre tots, feu possible que cada any tinguem mes i millors doctors i doctores per la nostra universitat. Enhorabona.
Hui també hem fet entrega pública del premi que la societat Hispania Nostra va lliurar el Maig passat a la UPV per la excel·lent tasca de rehabilitació dels edificis del nostre Campus d’Alcoi. Enhorabona, director, i també a tots els que han fet possible aquest guardó. Els tres campus de l’UPV formen una unitat en la que la nostra universitat és ve reflectida, i la seua contribució com dinamitzadors del nostre entorn més pròxim és evident.
Quiero dar la enhorabuena al profesor Francisco Mora por su magnífica lección de clausura, pero también quiero felicitarle, de manera muy especial, por la concesión de la Medalla de la Universitat Politècnica de València. Esta distinción está reservada a aquellas personas que, desde los ámbitos que les son propios, han prestado servicios especiales a la UPV. Que duda cabe de que el rector Francisco Mora, durante sus dos legislaturas, ha sabido llevar adelante nuestra institución en tiempos especialmente complejos. Con un inicio de mandato marcado por la difícil situación de las cuentas públicas que dejó la crisis financiera, hasta los últimos años en los que tuvo que lidiar con la aparición de un virus que trastocó totalmente el desarrollo de la vida universitaria. Pero más allá de la destreza y valentía con la que gestionó las crisis, quiero destacar que profundizó en el desarrollo de las tres misiones universitarias: docencia, investigación y relación con el entorno. Un rector que fue capaz de ver oportunidades donde otros veían simples anécdotas, como el desarrollo del programa Generación Espontánea, que recientemente ha sido merecedor del premio del consejo social y que sigue siendo único en el sistema universitario español. Sin ánimo de ser exhaustivo me gustaría destacar su apuesta decidida por el uso de las TIC en la docencia, con la participación de la UPV en la plataforma EdX; el apoyo inequívoco al emprendimiento con el refuerzo del programa Ideas, iniciativa de emprendimiento decana de la universidad española, mediante la creación del ecosistema StartUPV; la consecución del reconocimiento de Campus Europeo para la UPV con el proyecto ENHANCE o los éxitos del programa de apoyo a la investigación, el sello de excelencia en gestión de recursos humanos para la investigación o el apoyo a la participación de la UPV en programas europeos, que ha conseguido situar a nuestra institución como la primera universidad en captación de fondos. Querido rector, amigo Paco, desde aquí te transmito el orgullo que supuso formar parte de tu equipo rectoral, como vicerrector de investigación, innovación y transferencia. Fueron tiempos llenos de retos y proyectos ilusionantes que, como tú mismo dijiste al finalizar tu mandato, “forman parte de ese álbum propio y personal” que todos guardamos en la memoria de esos ocho años. Mi más sincera enhorabuena.
Hoy concluimos un curso académico, el primero de la legislatura que iniciamos en junio de 2021, un curso especial para mí y para mi equipo por ser el primero desde que tomamos posesión. Momentos como este invitan a hacer una cierta reflexión, ya que el deseo por seguir haciendo evolucionar nuestra querida UPV, ha hecho que vivamos un cierto frenesí este primer año de legislatura. Un tiempo marcado por la ilusión con la que los 11 vicerrectorados, la Gerencia, la Secretaría General y el Gabinete del Rector han abordado todos los retos que han tenido por delante.
En nuestras primeras reuniones de equipo diversos temas consumían nuestro día a día, como la hoja de ruta para retomar la máxima presencialidad, la recuperación del programa DOCENTIA, la legalización de determinados edificios del campus, la renovación de la web, el refuerzo al SGI, la reactivación de pagos al PDI o la modificación del calendario académico para facilitar la matrícula. Todos ellos temas resueltos en mayor o menor medida.
Desde el primer momento nos lanzamos de lleno en un nuevo Plan de Acompañamiento al Estudiantado PIAE+, que por primera vez ha dado cobertura al alumnado en todos los niveles universitarios. Y, recuerdo con especial satisfacción como, a los pocos días de estar en el Rectorado, tenía encima de la mesa la icónica iniciativa lanzada por el Vicerrectorado de Desarrollo Sostenible de los Campus para reducir el consumo de botellas de plástico, UPV Water, campaña que disfrutó de una excelente acogida por parte de toda la comunidad universitaria.
Los meses siguieron avanzando y seguimos trabajando, sacando adelante temas complejos, buscando siempre el máximo consenso. La reducción a 24 créditos de todo el PDI doctor y la nueva normativa de ordenación académica, encaminada a hacer más sostenible nuestra oferta docente, son un claro ejemplo de ello. Además, conseguimos aprobar el III Plan de Igualdad, el nuevo plan Concilia, por primera vez con mención expresa al PDI, o la tan necesaria regulación del teletrabajo en la que seguimos inmersos y que estamos seguros se convertirá en un factor diferencial de productividad en esta universidad.
La mañana del 24 de febrero el mundo se encontró con la tragedia de la crisis de Ucrania pero, esa misma tragedia demostró el corazón que late en toda la comunidad universitaria de la UPV, como lo demuestra el éxito de la campaña de mecenazgo para becar estudiantes procedentes de Ucrania o la acogida de refugiados en los hogares de los miembros de la UPV. Ahora queremos extender aún más la iniciativa de mecenazgo para conectar mejor la actividad de la UPV con su entorno más próximo.
La vida universitaria ha seguido caminando con fuerza, y pude ver con gran orgullo y satisfacción la celebración de la primera edición post-pandemia del Foro de Empleo, donde batimos todos los récords de participación de público y empresas, así como el espectacular incremento en el número de cátedras de empresa, lo cual demuestra la vocación de nuestra universidad con la sociedad. Estos resultados no hubiesen sido posible sin la dedicación, voluntad y empeño que ha puesto la Vicerrectora de Empleo y Formación Permanente en su labor, a la que quiero felicitar. Lola, eres un ejemplo de esfuerzo y superación para todo el equipo. Enhorabuena.
Y ya más recientemente, hemos podido inaugurar la nueva sede de la sala de exposiciones en el edificio de la Biblioteca Central. Además tuve la suerte de ver de primera mano la actividad de uno de nuestros grupos de Generación Espontánea más relevantes, que participan en Alemania en una de las principales competiciones de su ámbito, el Solar Decathlon.
Y en otro orden de cosas, hemos sacado adelante la nueva normativa de contratación del profesorado asociado. Hemos facilitado la participación de investigadores con contratos temporales en programas de investigación, hemos puesto en funcionamiento los comités para la definición de un nuevo plan estratégico para la UPV, está en marcha el proyecto de implantación de placas solares y hemos conseguido implementar los Programas Académicos de Recorridos Sucesivos que esperamos jueguen un importante papel en la formación de nuestro estudiantado.
Y todo esto se ha visto aderezado con el papel que ha jugado la UPV en su entorno más próximo, siendo considerado por algunos medios de comunicación como “de máxima relevancia”, como lo demuestra la implantación en nuestro territorio de la Gigafactoría de Volkswagen o de empresas como HP.
Y quiero destacar lo que he venido llamando en este tiempo la “nueva gerencia”, más humana y abierta a las personas, que ha ido desgranando una serie de mejoras en la gestión que esperamos vayan viendo sus frutos en el día a día, y al mismo tiempo, ha ido dando soluciones a temas tan complejos como la implantación de la reforma laboral, que afecta, de manera especial, al personal vinculado a los proyectos de investigación. Quiero desde aquí felicitar al Gerente, enhorabuena, Jesús. Contar contigo en mi equipo es todo un lujo.
Y con todo esto solo pretendo destacar algunos hitos que indican que estamos trabajando, que la UPV sigue orientada hacia el futuro, y que nuestra contribución a la sociedad será siempre nuestra seña de identidad.
Pero esta visión no debe hacernos caer en la autocomplacencia, porque tenemos un entorno cada vez más complejo. Vivimos tiempos especialmente complicados. Antes decía que hemos conseguido superar una pandemia, pero sus reverberaciones, más allá del ámbito sanitario, siguen estando aquí. El aumento desbocado del consumo tras los confinamientos está llevando a niveles de inflación nunca vistos desde hace años. La disrupción de las cadenas de suministro, altamente globalizadas, está afectando a la disponibilidad de bienes esenciales. Y si a todo esto le sumamos la crisis alimenticia y energética derivada de la guerra en Ucrania, es de esperar que haya un fuerte impacto en las finanzas públicas para el que tenemos que estar bien preparados.
Aun así espero que en esta ocasión los poderes públicos no repitan los errores del pasado, descapitalizando sectores altamente intensivos en conocimiento o fundamentales para el desarrollo de la sociedad del bienestar. Encima de la mesa tenemos la próxima negociación del plan plurianual de financiación, en el que pondremos en valor, entre otras cosas, el factor diferencial de la UPV en cuanto a su contribución a su entorno socio-económico.
Al mismo tiempo estamos teniendo que lidiar con numerosos cambios normativos y legislativos, algunos de los cuales se diseñaron pensando en otros sectores sin tener en cuenta las implicaciones que iban a tener en el sector de la I+D+i. Veo incluso con sorpresa como el legislador parece no haber pensado en la universidad del siglo XXI, que además de su labor docente, tiene una actividad fundamental en el desarrollo de la economía del país mediante su actividad de I+D+i. Y respecto a los cambios normativos, ya lo he comentado en otras ocasiones, veo con asombro como se quiere introducir una nueva ley universitaria, la conocida LOSU, sin haber mantenido un mínimo de diálogo con los principales agentes implicados. Un cambio de este calado debe contribuir a generar una mejor universidad pero, con la información que va llegando a cuenta gotas y, en muchas ocasiones, siguiendo una política de hechos consumados, no vemos el valor añadido que supone el actual texto y, mucho menos, los recursos que tendrá que invertir el sistema universitario en implementar dichos cambios y que, sin duda alguna, irán en menoscabo de otras actividades fundamentales que realizan las universidades.
Así pues, quiero terminar este discurso recordando que somos una gran universidad y que tenemos una comunidad universitaria comprometida. Todos y todas las personas que componemos la universidad, estudiantes, PAS, PDI, así como sus distintas estructuras, estamos comprometidos en hacer sostenible una educación pública de máxima calidad y en reforzar el papel de nuestra institución como principal agente catalizador del sistema de I+D+i de este país. Concluyo citando al profesor Derek Bok, que fue rector de la Universidad de Harvard a mediados de la década del 2000 quien, cuando fue preguntado por el elevado coste de la educación respondió, con gran acierto, “If You Think Education Is Expensive, Try Ignorance”, “Si piensas que la educación es cara, prueba con la ignorancia”.
Muchas gracias