Estos días hemos seguido con mucho dolor los devastadores efectos de la DANA que ha asolado varias zonas de España, de la Comunitat Valenciana y, de forma extrema, de la provincia de Valencia. Estamos ante una catástrofe que posiblemente supera la riada del 57 y la mayoría de las que en la historia reciente ha experimentado nuestro país. La cifra de pérdidas humanas es desgarradora, y desde la Universitat Politècnica de València acompañamos en el dolor a sus familiares y allegados.
Los daños materiales son incalculables, y muchas personas están viviendo situaciones muy difíciles y dramáticas. Entre ellas también hay compañeras y compañeros de nuestra comunidad universitaria a quienes apoyaremos y acompañaremos para que puedan recuperar cuanto antes la máxima normalidad posible. La solidaridad de nuestra comunidad universitaria abarca a todas las personas afectadas por esta catástrofe.
Siguiendo la evolución de la DANA, y las sucesivas actualizaciones de la previsión meteorológica ocurridas a partir del 25 de octubre, y atendiendo indicaciones de las autoridades, hemos ido tomando una serie de medidas para adaptar nuestro funcionamiento con el fin de minimizar los riesgos y, en la medida de lo posible, seguir dando respuesta a nuestra obligación como servicio público. Nuestros campus no han sufrido ningún daño significativo durante este episodio de DANA, y han sido en todo momento un lugar seguro para nuestro personal y estudiantes, así como para el personal externo participante en toda clase de eventos. En días pasados se ha ido informando de dichas medidas por los distintos canales de comunicación de la UPV.
Sin embargo, una parte importante de nuestra comunidad universitaria reside en zonas fuertemente afectadas y se encuentran en situaciones dolorosas y muy difíciles. Por ello estamos ya adecuando nuestro funcionamiento con la sensibilidad y flexibilidad necesarias para ayudarles y facilitarles superar cuanto antes la situación actual. En este sentido se han anunciado ya medidas de aquí al 10 de noviembre que consideramos imprescindibles. Según evolucione la situación de las personas afectadas, y de los medios de transporte y de comunicación, la próxima semana iremos valorando la viabilidad de retomar las actividades a partir de la semana del 11 de noviembre. Esto facilitará que nuestro personal no afectado pueda también implicarse en las tareas de recuperación en la medida que su situación personal y responsabilidades laborales se lo permitan.
Ahora es momento de trabajar conjuntamente toda la comunidad universitaria con la sociedad valenciana, y de demostrar una vez más que somos servidores públicos, y una universidad que destaca por su responsabilidad social. Nos hemos puesto a disposición de las administraciones públicas para ayudar en todo aquello que pueda ser necesario, incluida la posibilidad de que nuestras infraestructuras o equipamientos puedan ser utilizados temporalmente, o que se requieran expertos que puedan atender necesidades específicas. Ya tenemos algunas peticiones que se irán concretando en los próximos días. Nos hemos organizado desde el primer momento para desde el mismo día 31 movilizar el voluntariado de la UPV. Existe una enorme necesidad de ayuda, y de aportes de material y alimentos, y cientos de miembros de la UPV han acudido ya estos días con actuaciones en Paiporta o Utiel, y distribución de alimentos en Mestalla. Estamos enviando materiales, mobiliario, comida y ropa. En este sentido os animo a tratar de contribuir también en la forma que podáis, pero siempre dentro de la organización, coordinación y tareas que las administraciones hayan previsto, sin asumir riesgos innecesarios. Y nuestro servicio de atención psicológica está disponible las 24 horas haciendo un esfuerzo muy encomiable para auxiliar a quienes podamos necesitarlo, y habiendo atendido ya a varias decenas de personas.
Una vez más quiero manifestar nuestra solidaridad y apoyo a todas las personas afectadas por esta catástrofe y reafirmar nuestro compromiso de ayuda a las personas y a la recuperación de las zonas afectadas.
Y desde aquí también os manifiesto mi agradecimiento y el del consejo de dirección a toda la comunidad universitaria por vuestro compromiso y ayuda para superar estos difíciles momentos.
Pepe Capilla
Rector