Durante su intervención, José Capilla recordó con emoción el episodio de la riada del 29 de octubre de 2024, “un día que muchos recordamos como si fuera ayer”, señaló. “La UPV contribuyó con sus expertos y se movilizó para socorrer a las personas afectadas. Fuimos un ejemplo de compromiso, especialmente gracias al estudiantado, y convertimos nuestros campus en espacios de acogida y apoyo logístico”.
El rector destacó, además, que aproximadamente un 10% del personal de administración y servicios y del profesorado de la universidad residía en las zonas más afectadas, lo que reforzó el compromiso institucional con la respuesta a la emergencia. “Espero que hayamos aprendido mucho de aquel evento”, añadió.
Capilla hizo hincapié en la importancia de la prevención y la concienciación social: “No tenemos todavía una cultura de vivir en zonas inundables. Es esencial hacer pedagogía en colegios y en la sociedad civil, y promover una planificación más responsable del territorio”.
Finalmente, el rector deseó que esta mesa redonda sirva para “extraer conclusiones útiles más allá del ruido mediático” y reforzar el trabajo conjunto entre administraciones, universidades y organismos técnicos.
La mesa, moderada por Félix Francés, investigador del Instituto de Ingeniería del Agua y Medio Ambiente (IIAMA-UPV), ha contado con la participación de Teodoro Estrela, jefe de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ); Fuensanta Artés, jefa del Servicio de Riesgos en el Territorio de la Generalitat Valenciana; Francisco Valés, investigador del IIAMA-UPV; Francisca Segura, profesora de la Universitat de València; y Jorge Tamayo, delegado territorial de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET).
En el acto inaugural intervinieron también Luis Pallarés, director de la ETS de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos; Manuel Pulido, director del IIAMA-UPV; y Cristina Vicent López, subdirectora general de Canvi Climàtic i Educació Ambiental de la Generalitat Valenciana.